La Gibson SG 'Monkey': Cómo un Accidente Creó el Sonido del Heavy Metal con Tony Iommi

A veces, los momentos que definen la historia nacen no de un plan meticuloso, sino de un accidente. En la historia del rock, pocos accidentes han sido tan fortuitos y trascendentales como el que dio origen al sonido del heavy metal. En el centro de esta historia no solo hay un hombre, Tony Iommi, sino también su inseparable compañera: una Gibson SG de 1964 modificada y bautizada como ‘Monkey’.

La Tragedia que Forjó a un Titán

Antes de que Black Sabbath existiera, un joven Tony Iommi sufrió un terrible accidente en una fábrica metalúrgica que le costó las yemas de dos dedos de su mano derecha (la que usaba para presionar las cuerdas). Los médicos le dijeron que nunca volvería a tocar la guitarra. Negándose a aceptar su destino, Iommi creó unas prótesis caseras con plástico derretido y cuero. Para poder tocar con ellas, necesitaba reducir la tensión de las cuerdas, lo que lo llevó a experimentar con afinaciones más graves. Sin saberlo, estaba sentando las bases de un sonido más oscuro, pesado y potente que el mundo jamás había escuchado.

‘Monkey’: El Instrumento de la Creación

La guitarra que se convertiría en el vehículo de esta innovación fue una Gibson SG Special de 1964. Originalmente, Iommi usaba una Fender Stratocaster, pero un fallo en una pastilla justo antes de grabar el primer álbum de Black Sabbath lo obligó a recurrir a su SG de repuesto. Esta no era una guitarra cualquiera; había sido modificada extensamente por el luthier John Birch. Se le cambió una pastilla por una P-90 con una cubierta metálica personalizada, se le aplicó una capa de laca al diapasón para facilitar el deslizamiento y, por supuesto, se le añadió el icónico sticker de un mono que le dio su apodo: ‘Monkey’.

El Sonido que Definió un Género

La combinación fue explosiva. Las afinaciones graves de Iommi, producto de su lesión, junto con las modificaciones de la ‘Monkey’ y su manera de tocar, crearon un tono denso, saturado y ominoso. Con esta guitarra se grabaron los riffs que son la piedra angular del heavy metal: desde el tritono diabólico de «Black Sabbath» hasta la carga implacable de «Paranoid» y la marcha apocalíptica de «Iron Man». La ‘Monkey’ no solo era el instrumento de Iommi; era la voz misma del heavy metal naciente.

El Legado de una Guitarra Inmortal

La historia de la ‘Monkey’ es un poderoso recordatorio de cómo la adversidad puede convertirse en la mayor fuente de inspiración. Es la prueba de que un instrumento puede trascender la madera y el metal para convertirse en una leyenda. En Guitar Legends Hall, celebramos estas historias de resiliencia e ingenio, donde el hombre y la máquina se unen para cambiar el mundo.

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